¿En algún momento de tu vida has sentido que tu voz no era
escuchada?
Quizás has sentido que en tu interior existe tanto potencial
que nadie aprecia que la frustración te hace cerrar los ojos y retener las
lágrimas de la impotencia.
Puede que hayas visto cómo otras personas se apropiaban de
manera sibilina de tus ideas y nadie mostró el crédito por tu iniciativa.
Es probable, que en algún momento de tu vida te hayas
sentido pequeño, muy pequeño, casi insignificante.
Es posible que incluso tu corazón se haya encogido en el
pecho oprimiendo tu respiración, omitiendo el grito que no lanzas por
vergüenza.
Tras todos estos sentimientos destrozando nuestras entrañas
nos dejamos abrazar por la confortable manta de las excusas, tan cómoda, tan
ligera y suave. Tan reconfortante que hace que nos olvidemos de la razón
primaria que detonó en tal negativa mentalidad.
Patalea! Si! Lo que oyes!!
Patalea! Grita! Golpea la mesa! Lo que quieras!!
Pero si nadie escucha lo que dices, si nadie te ve, haz más
ruido hasta que sepan que estás ahí.
No esperes a que alguien te abra la puerta, no esperes a que
alguien te ofrezca el trabajo de tus sueños, simplemente haz todo lo posible
para conseguir lo que quieres.
Este mundo no está hecho de momentos mágicos en los que un
hada madrina te lo sirve en bandeja de plata para que te transformes en
princesa y se acaben tus penurias.
Este mundo está hecho de la magia que provocan los pasos en
nuestro camino. Piensa en tus zapatillas como si de los escarpines escarlata de
Dorothy se tratasen. Imagina que a cada paso brotan plantas de un verde
vibrante a tu alrededor, dadoras de semillas mágicas que te permitirán sembrar
ilusiones y recoger sus frutos después. Visualiza que das 3 golpes de talón y
puedes desplazarte a donde sea.
Hace tiempo que me cansé de esperar. “Ahora no es el momento
adecuado” “ me han prometido que ese puesto tan importante será para mi” “tengo
que esperar a que los astros se alineen” “soy muy joven” “no tengo dinero” “no
se ingles”.
Basta!!!!!!
Ahí viene la manta de las excusas de nuevo a inmovilizarnos.
¿No lo veis?
Mi vida cambió de manera radical el día que decidí ser la
directora ejecutiva de mi destino, ya no quería ser una espectadora más esperando
a los acontecimientos que el futuro tiene preparados para mí.
Por ello hoy os invito a escuchar vuestra voz, a que leáis
en alto aunque solo sea un artículo de una revista. ¿Cuánto tiempo ha pasado
desde la última vez que la escuchasteis?
¿Notáis la vergüenza, la pequeñez, su vibración?
Hace tanto tiempo que enmudecimos que ya no sabemos qué
hacer si en el silencio alzamos la voz.
El verano ya está aquí, es tiempo de reflexión, de relax y
de nuevas metas para el futuro, así que hoy os propongo meteros en vuestras
entrañas más profundas y reivindicar aquello que queréis, aquello que merecéis.
Todos nacemos con un gran poder, con fuerza suficiente para
salir adelante en cada circunstancia y con cada dificultad. Simplemente hay que
quitarse la manta de las excusas y hacerse escuchar. Ir a por los objetivos y
no esperar a que ellos caigan del cielo.
Estos ejercicios de visualización y sobretodo el de leer en
voz alta ayudarán a que ese cambio interior comience. Solo un pequeño paso que nos
acercará a un mañana mejor.
¿O quizás prefieres seguir acurrucado en tu manta favorita?
Un abrazo y a seguir creando y compartiendo!