jueves, 29 de enero de 2015

Despierta el líder que hay en ti


La figura del líder está sobrevalorada.

Esta frase necesita varios matices ya que este pensamiento que lleva buceando por mi mente durante semanas no será fácil de plasmar en este post, así que espero acercarme a la más certera de las expresiones para poder compartir contigo mis desvaríos.

Las referencias que el cine nos muestra, generalmente, son la de esa figura que mueve masas, o el entrenador que motiva a todo su equipo y consiguen esa victoria tan deseada, ese individuo por el que una sociedad desesperada reza y al que darán las gracias por ser salvados.

Pero tras estas historias tan lacrimógenas, heroicas, patrióticas, se encuentra la raíz de mi reflexión… Uno entre un millón, uno que es especial, uno que es el elegido, uno que es el líder, pero… Y porque no ser tu propio líder? Porque esperar a ser salvado, al maestro que te revele la sabiduría milenaria cuando en tu interior tienes todos los componentes necesarios para liderar tu vida y llevarla al destino soñado.

Tú, si tú!! eres perfect@ tal y como eres, pero todavía no lo sabes, todavía no te lo crees. Porque toda la vida te han evaluado bajo una serie de criterios, desfasado y obsoletos.

Nos hemos criado en un sistema educativo que fomenta la obediencia y la obtención de resultados en una jornada de trabajo. Nos han enseñado a competir, a calcular y a memorizar pero se han olvidado de lo más importante; inteligencia emocional.

Muchas de las dificultades que se nos presentan en la vida lo hacen precisamente porque nadie nos enseñó a gestionar nuestras emociones, nuestras expectativas y nuestras frustraciones, por lo que esperamos a ese mentor, a esa figura que sustituya al maestro que tuvimos en la escuela, el que nos simplificaba la vida con sus lecciones y deberes, para que nos diga que debemos hacer. Pero en la vida que nos esperaba más allá de los muros de las instituciones existen muchos más retos para los cuales no hemos sido preparados.

Somos cajas de emociones revueltas,en ella tenemos nudos de hilos de diferentes colores que nos confunden y por los cuales no sabemos distinguir entre si sentimos rabia, dolor o envidia, miedos que se convierten en capitanes de nuestras vidas, traumas escondidos bajo las alfombras y heridas incurables que se abren sin siquiera darnos cuenta.

Es por ello que nos sentimos perdidos, incomprendidos y en ocasiones desesperados.

Hay naturalezas que no necesitan explicaciones, lideran de manera fluida y casi desapercibida, pero eso no significa que tú, que me estás leyendo todavía, no puedas aprender a ser líder también, pero la sociedad que está cambiado necesita de ti otra clase de liderazgo, necesita que recuperemos el control sobre nuestras vidas y dirijamos nuestros esfuerzos hacia la obtención de nuestras metas  para que en el camino nos podamos ayudar los unos a los otros. No necesitas convertirte en Luther King.

Ser tu propio líder significa tomar conciencia de quien eres tú, de tus defectos y de tus virtudes, ser tu propio líder implica amarte a ti mismo y saber perdonarte cuando te equivocas. Ser aquel que corrija sus errores, no abandonarse en la autocomplacencia, huir de esa zona de confort que nos aparta de la felicidad y dar pequeños pasos en pro de la autonomía y de la autosuficiencia.

Ser tu propio líder representa para la sociedad un valor añadido. Sin quererlo, habiendo cambiado tú; estarás cambiando el mundo.

No esperes a que te digan qué hacer, anticípate a las necesidades del momento.

No te preocupes por aquello que se escapa de tu poder, si está en tu mano hacer algo; hazlo. (Si nada puedes hacer...para que te preocupas?... viva el refranero español)

Deja el mundo de las especulaciones, el 90% de lo que pasa por tu cabeza es imaginario, no sabrás lo que ocurrirá hasta que lo hagas.

Básate en datos, corrobora y contrasta la información, no te dejes llevar por opiniones.

Encuentra aquello que verdaderamente te motive, no abandones aquello que te apasiona y lucha por alcanzar tus sueños.

No te olvides de entrenar tu cerebro, de domesticar tus hábitos y de alejarte de las malas costumbres. 

Si dedicas un tiempo a tomar control de tus acciones cada día será más fácil.

Mejora tu comunicación. Antes de hablar escucha, piensa en que quieres decir, y escoge con atención tus palabras.

No pierdas la sonrisa. Es la llave que te abrirá más puertas.

No tengas miedo a tener miedo.

Si has prometido algo asegúrate que lo puedes realizar, de lo contrario no hagas promesas.

En el caso de desconocer una respuesta, no la inventes! Reconocer tus limitaciones te hace grande.

No pierdas la curiosidad, invierte unos minutos al día en buscar respuestas a tus preguntas, en aprender datos nuevos y utiliza esa información al día siguiente para no olvidarla jamás!


Olvídate de los problemas y céntrate en ofrecer soluciones, los problemas problemas son. No por darles más vueltas o llorarlos más que nadie se van a resolver, enfréntalos con realismo y sin dramatizar y la solución se presentará de manera clara y sencilla. Si te atascas en autolamentarte solo te espera el sufrimiento de esperar a tu rescatador.

No esperes a que alguien te lo ofrezca, si algo quieres... pídelo!! Te sorprenderás!



lunes, 19 de enero de 2015

Share and Learn





Por qué Share and Learn y no Masterclass??

Puestos a utilizar anglicismos he querido inventarme el mío.

Si nos ponemos técnicos ningún profesional de la peluquería/barbería, excepto aquellos que dispongan de título universitario podrían impartir una clase magistral, pero entiendo que hemos robado el concepto del aula magna y lo hemos extrapolado a nuestros oficios.

Una masterclass, una clase magistral, es una clase impartida por un prestigioso especialista para romper la rutina de los alumnos y aportar nuevos e interesantes puntos de vista de alguna materia o tema en concreto. 

Pero en mi caso, aún muy pequeñita, no me siento capaz de llegar a una academia por la que han pasado grandes maestros e igualarme en tal categoría impartiendo algo tan imponente como una masterclass, así que he pensado durante semanas que voy a hacer y como quiero enfocarlo y esto es lo que surgió.

¿Por qué Share and Learn?

Porque compartiendo es como más he aprendido a lo largo de mi trayectoria profesional, es la base de mi filosofía personal,  porque ha sido en momentos distendidos cuando más me he empapado de aquello que he experimentado, porque en mi etapa de formadora he aprendido más de lo que he enseñado.

Habrá una parte demostrativa en la que podré compartir mis experiencias, mis trucos técnicos, mis errores…

Pero la palabra compartir lo dice todo, no seré el maestro que relata historias y vomita sus conocimientos entre aquellos que prestan atención y toman apuntes. Compartir implica reciprocidad. Quiero escuchar, ver y aprender de aquellos que decidan "compartir" su valioso tiempo conmigo.

Acabaremos con un taller de barbas, mi especialidad en New York Barbershop, pero no voy con mi bata barbera, voy como Érika Vera. Como la persona que me conocéis por esta mi ventanita al mundo y estaré más que encantada de hablar de peluquería, de barbería, de como enfrentarse al mundo laboral que se encuentra tras terminar la academia, de miedos e inquietudes...

Por ello la jornada que hemos preparado en la academia Antonio Eloy será tan especial.

El 20 de febrero tendré el placer de vivir una de las experiencias más bonitas que me depara este 2015 y hoy por fin he podido hacerlo público!

Nos vemos pronto!! Un abrazo y como siempre...
A seguir creando y COMPARTIENDO!!!


jueves, 8 de enero de 2015

El 2015 le da la bienvenida a la peluquería


Bienvenidos al 2015! 

Estamos en el año en el que regreso al futuro nos prometía patinetes voladores y ropa molona que se secaba sola.

Este, nuestro 2015, nada tiene que ver con esa idea ochentera del siglo XXI, pero lo cierto es que mucho nos hemos alejado de aquella mágica década también, ¿o no?

En muchas ocasiones reflexiono acerca del por qué los clientes están abandonando los salones de peluquería, y aunque es imposible concluir en una verdad absoluta me gustaría entrar en profundidad en un factor que a mi parecer queda obviado en la gran mayoría de debates al respecto.

Me considero una persona con una curiosidad casi insaciable. Si recibo un curso, me dedico durante días a contrastar la información recibida, a ampliarla y de esta manera formar mi propia opinión.  Es mi manera de aprender y perfeccionarme, no quedarme con una verdad proveniente de una sola fuente. Soy consciente de que mi opinión no tiene que ser la más acertada, ni la más equivocada por ende.

El acceso a internet ha cambiado mi vida, y la de todos aquellos curiosos por naturaleza pues lo de ir a la biblioteca o consultar enciclopedias quitaba mucho tiempo. Ahora mismo todo está al alcance de nuestra mano, allí donde vamos podemos resolver cualquier duda, podemos ampliar y contrastar información. Los debates han llegado a niveles inesperados para mí pues pocas veces un asunto se queda sin resolver, excepto cuestiones filosofales y místicas que perseguirán a la humanidad por los siglos de los siglos.

Por lo que volviendo a nuestro salón de peluquería… sigo preguntándome si el cliente nos ha abandonado a nosotros o hemos sido nosotros quienes hemos abandonado a nuestros clientes.

“Nuestros” clientes se sientan en “nuestra” sala de espera con Smartphone en mano, ya no podemos manipularlos con “nuestros” gustos en revistas, ellos escogen el contenido que van a visualizar previamente a “nuestros” servicios.
 Si están interesadas en alguno de “nuestros” productos pueden obtener una comparación de ellos automáticamente e incluso pedirlo desde “nuestra” zona de espera ya que lo han encontrado más económico en alguna web. 
“Nuestros” clientes buscan experiencias en las que invertir su dinero y si tienen que cubrir una necesidad se decantarán por el precio más económico. Reportan opiniones a las redes sociales sobre sus locales favoritos y sus malas experiencias. Se han convertido en consumidores y en prescriptores, están más informados que nunca, son más exigentes y nosotros aún estamos digiriendo estos cambios y buscando la manera de encajar en ellos.

 ¿Aún creemos que los poseemos, que tenemos algún control sobre lo que está ocurriendo?

Nuestros salones poco han cambiado en 3 décadas, nuestros servicios poco han cambiado en 3 décadas, un maquillaje del salón no es suficiente para satisfacer al consumidor de este siglo. ¿Pero que más podemos hacer?

Nos resistimos a informar correctamente de los procesos a los que les sometemos por nuestro afán de secretismo, nuestros trucos y recetas han de seguir bien custodiadas no vaya a ser que la competencia y los clientes se enteren y los vayamos a perder.

Lamento comunicar que eso ya ha ocurrido.

No nos gustan las planchas porque les facilitan el trabajo en casa, no nos gustan los tintes que se venden en tiendas porque hacen que se tiñan en casa, no nos gustan las chicas del corte ingles porque les enseñan a maquillarse, no nos gusta el mundo que ha evolucionado a nuestro alrededor porque nos ha dejado de lado.

Hoy existen en la red auténticas celebrities que mueven masas hacia donde ellos quieren, ya que condicionan con sus preferencias los gustos, opiniones y hábitos de sus followers.

Un ejemplo hispánico es Yuya, esta joven tiene 8.634.491 suscriptores, no queráis saber los millones de visualizaciones que tienen sus videos y la cantidad de dinero que gana gracias a ellos.

Los vídeos más visitados… los de peinados fáciles y maquillaje.

Ella se peina y se maquilla a las mil maravillas y más de ocho millones de personas la siguen, compran los productos que ella usa y aprenden sus trucos porque quieren ser como ella.

No perdáis la oportunidad de bucear en la red y buscar tutoriales de cómo conseguir estilos de peinado “vintage”,la mayoría de los de calidad son de habla inglesa, aquí encontrareis ejemplos de chicas que en su casa se realizan peinados que en muchos salones no seríamos capaces de reproducir, utilizan cepillos que no muchos profesionales tienen en su salón. Dominan técnicas con tenacillas, planchas, pinzas, bigudíes…

Es una increíble verlas trabajar sus cabellos y ver los maravillosos peinados que se realizan.

Tu querrías ponerles vendas en los ojos y tapones en los oídos, pero la realidad es imparable.

No nos necesitan, se tiñen en casa, se realizan trabajos de color con mucha más calidad de la que he visto en alguna ocasión en foros de peluquería profesional, no dejan de asombrarme.

Hemos perdido la exclusividad en el asesoramiento, hemos perdido nuestra credibilidad. Nosotros hemos escogido una marca a la que somos fieles y a la que defendemos a capa y espada, quizás dos o tres marcas más… pero son un pez en un océano. El cliente siente que queremos venderles lo que tenemos, que no tiene que ser lo que mejor les convenga,  y ellos quieren escoger que comprar. No se fían de nosotros.

 Nos hemos quedado obsoletos. No podemos conseguir las marcas que las famosas utilizan en estados unidos, pero nuestras clientas compran en lookfantastic todo lo que quieren y más.

Por primera vez hemos sido adelantados por nuestros clientes, al igual que por primera vez en la historia los padres han sido adelantados por sus hijos. El uso de las tecnologías ha conseguido tal hito.
Pertenecemos a la generación de los manuales de uso, de los libros de papel, y todo eso ha sido sustituido por intuición e hipervínculos!

El mundo que vimos nacer en los 80 ha cambiado, nosotros debemos adaptarnos, evolucionar o desaparecer.

El buen uso de las redes sociales, la creación de un blog interesante, videos, interactuación con nuestros clientes mediante aplicaciones móviles, y un sinfín de cosas que están por llegar son las tareas pendientes para esta, nuestra peluquería, que aún sigue estancada en un modelo que está desapareciendo poco a poco.

Seguimos tapando el sol con un dedo, excusándonos en los miles de factores externos que han propiciado la disminución de clientes, pero os invito a ir más allá. Dar un paso hacia adelante y alejaros de esa nube gris llena de opiniones y pocos datos.

¿Qué veis ahora?

No me atrevo a dibujar un futuro como sí se aventuran en el cine cada vez que pueden, pero si me atrevo a decir que uno de nuestros errores ha sido el no avanzar con nuestra generación y convertirnos en el abuelo gruñón que cuenta batallas sobre su época dorada.

Por supuesto estoy generalizando, sería imposible abarcar las mil realidades que conformáis un sector tan variado, pero en líneas generales así percibo este factor del que poco hablamos entre profesionales y si lo hacemos es para entablar una guerra que poco beneficio puede aportar.

Os invito a recuperar ese privilegiado puesto en la vida de vuestros clientes. Convertiros en su mejor asesor, invertir tiempo en estar al corriente de nuevos productos o nuevos servicios, formaros en las nuevas técnicas y estilos, utilizar las redes sociales y las nuevas tecnologías. Convertiros en su prescriptor de moda, conseguir que quieran ser como vosotros o vuestro equipo. Dejemos de querer ofrecer de todo y busquemos nuestra especialidad. Es mejor ser superincreible en algo en concreto que mediocre en todos los servicios.

Si queremos destacar y surfear este cambio de milenio debemos ofrecer calidad y diferenciación!

Renovarse o morir!


Un abrazo y a seguir creando y compartiendo!